sábado, 24 de mayo de 2008

No lo niego, me gusta

Me gusta cuando llega el verano. Hace calor y la gente sale a la calle. Los cuerpos están calientes y las caras irradian felicidad y..., deseo. Me gusta abrir el balcón de mi habitación y salir con el picardías a recibir la primera luz del día en esas horas en las que se percibe el olor del pan recién hecho y los bollitos recién horneados. Parece incluso que puedo sentir el tacto de la miel y la mermelada caer sobre ellos, notar cómo el chocolate fundido se introduce entre el hojaldre. Parece que incluso se me abre el apetito, que las tripas crujen y que piden algo de comer. Me siento en el taburete de mi pequeña cocina y preparo un café solo, muy cargado y sin azúcar. Me gusta sentir como su fuerte sabor me inunda por dentro, me gusta el olor que queda en la cocina, en la casa, en mi.
Algunos días aparece él. Viene por detrás me abraza y me besa en el cuello, intentando hacerme creer que la
noche ha significado algo. Otras mañanas viene ella..., me acaricia las piernas y posa sus labios en los míos, y parece que me hace creer que todo lo ocurrido no ha significado nada. Algunos días, al despertar me siento sola, ni si quiera se acerca nadie a hacerme creer nada. No viene nadie a engañarme. No viene nadie a acariciarme lascivamente intentando transmitir algo de dulzura y compasión. Esos días oscuros de verano cojo la agenda y reviso todos los teléfonos. Ellas. Ellos. Leo y releo y escojo uno, uno de esos en los que existe una crucecita sobre su número. Sólo señalo aquellos que merezcan la pena. Señalo los que se despidieron con un "ha estado muy bien, cuando quieras repetir llámame..." Señalo los que me hicieron pronunciar un "cómo lo come" o un "nunca antes me habían follado así"... Escojo un número, marco y llamo. "Hola, soy Severyn, me preguntaba si te apetecería venir a tomar un café conmigo". Cuando cuelgo me pregunto porqué no utilizo una frase como: "Hola, soy Severyn, esa guarra a la que te follaste una noche, que permitió que te corrieras sobre ella una y otra vez mientras el semen resbalaba por su barbilla... me preguntaba si podrías venir a follarme". Supongo que cuando acceden a ello es porque todo esto se sobreentiende. La putita necesita un polvo... La putita necesita comer... La putita necesita sexo... La putita desea... y no lo niega.

12 comentarios:

Casi Nadie Lo Sabe dijo...

Tampoco lo niego, me gusta, tu blog, digo.

Ambar Violeta dijo...

gracias por la visita... interesante lo que he visto en tu blog... seguimos en contacto. besos.

menta producciones dijo...

Muy bueno el espacio, he llegado gracias a sexydelica... y volveré con asiduidad, me gusta mucho el tono de sus textos y la forma de conjugar los con las imágenes implícitas y explícitas un gran abrazo y hasta pronto

Antonio Piera dijo...

No te veo yo demasiado mártir de tus deseos, sino antes bien orullosa de ellos y de hacerlos realidad. Lo maravillosos es reconocerlo, explicitarlo, jugar con ello, contarlo..., ahí es donde resultas arrebatadoramente atractiva para quien se sienta y se sepa persona, aunque seguro que te rechazan los muñequitos y muñequitas de charol.
Enhorabuena, escribes bien y lo que cuentas, me gusta.

Metalsaurio dijo...

Volvió a llamar cuando casi me había olvidado de ella.

Varios meses atrás habíamos echado unos cuantos polvos con el único compromiso de tomarnos antes un café para disimular nuestra animalidad. En realidad, ella, más que de café, era de tomarse un chocolate con churros en invierno y un pirulo tropical en verano. En invierno, me encantaba lamerle el chocolate que, casualmente pero sin excepción, se le derramaba por la comisura de los labios; y, en verano, comerle la boca, manchada de los colores arco iris del pirulo, de la misma forma que se la comía, cuando más tarde, le regalaba un brochazo de adn en su preciosa cara de putita.

monah dijo...

Acabo de descubrir tu blog... me recuerdas a mí en otros tiempos...

Si no te importa, pasaré por aquí de vez en cuando ;) besos

Lágrimas de Mar dijo...

Si te gusta no lo niegues, no hay nada mejor que dejarse llevar

Besos

Lágrimas de mar

Nyeri dijo...

A mí también me gusta.

Ser "la putita" de vez en cuando es algo que me excita sobremanera.

Y por qué no..."Hola! Quiero ser tu puta esta noche, ven a follarme!!!"

Mmmmmm me gusta.

Besos.

Luzbel dijo...

Es una verdadera pena tener que expresar unos pensamientos tan intensos con palabras, desvirtúa los auténticos deseos. No sería maravilloso poder tener esos pensamientos y transmitirlos directamente de mente a mente?

Encantado de leerte y de invitarte a mi Madriguera... Por un momento he deseado ser un número de 9 cifras

N. dijo...

Una será una puta, pero ante todo, con mucho estilo.

Como tiene que ser.

pocorumbo dijo...

muuucho arte!.. mucho...

Nikita dijo...

Genial final del post.
Quedamos para tomar un café??
Por supuesto que aunque te apetece follar y que te follen, me parece muchos más seductor plantearlo de esta manera.

Besos